Hoy he querido tocar este tema pero sin ahondar mucho en las razones filosóficas, espirituales o universales que pueden llevar a una persona a dar opiniones sin conocer del tema del que habla. En estos meses de trabajar con esta empresa me he encontrado con gente que tiene una predisposición negativa hacia Herbalife porque una vecina, un taxista o algún docto en la conversación callejera les comentó que en algún lado había leído que la prima lejana de una cuñada del tío segundo de la señora que vive en la esquina donde esta el carro que ya no prende se había muerto por tomar esos productos. No pasan de ser simples comentarios de calle. Lo primero que recomiendo hacer es que antes de asumir el papel planetario de un ignorante se dedique a conocer un poco más del tema del que quiera opinar. Herbalife no es la panacea que ha aparecido para salvar de la obesidad al planeta, sino que es simplemente un producto que esta diseñado para funcionar siguiendo de manera disciplinada un sistema que a lo largo de 29 años a funcionado para millones de personas, dentro de las cuales me incluyo. Cabe aquí una pequeña reflexión... ¿ No les parece que de tener Herbalife algo malo ya serían suficiente 29 AÑOS para descubrirlo ? Una de las cosas que más valoro en la actualidad es cuando la opinión comienza por un sincero... "Yo hice..." , "Yo probé..." y más aún me gusta la opinión sincera del que aun habiendo fallado reconoce que no tubo los resultados porque no hizo las cosas de manera correcta. Hoy puedo agradecer a esta empresa mi nueva condición física, el nuevo trabajo que desempeño y la nueva vida que estoy formando. Lo bueno de esta noticia es que no tengo nada extraordinario y mucho menos creo poseer otras dotes diferentes a las que tu mismo puedas tener. Está abierta esta ventana para todos aquellos que no quieran pasar a formar filas entre los ignorantes opinadores de oficio que a diario carcomen las reputaciones de nuestro mundo. mi abrazo en la distancia te alcance en forma de bendiciones. Tu servidor y amigo
Charles Valverde
lunes, 4 de enero de 2010
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